Y el que gane una pequeña parte de mundo, pierde su alma.
El que pierda
su vida por causa de Jesús la ganará.
No es aquel que
sea muerto por ser seguidor de Jesús,
sino aquel que
se baje del sistema.
Aquel que logre
vencer al sistema negándose a sí mismo.
El que sea
alguien para alguien,
el que deje
huella,
el que deje un
legado,
el que sea
líder de alguien,
no conocerá la
vida, conocerá esa su vida, la de su ego.
La vida misma
se deja conocer de nadie.
El que, por
conocer las enseñanzas de los 4 evangelios,
deje de ser
alguien, deje todo de lado
y viva la vida
como Jesús dice,
ese será nadie
y ese conocerá la vida.
Como la vida
es.
Y llegar a
negarse es imposible para alguien,
necesita pedir
ayuda
y le envían
unos ángeles del lado oscuro
que le ayudan a
ser destruido su ego social.
Nadie se niega
de verdad a sí mismo.
Estas palabras son para dar gracias especiales por los demonios del exterior que fueron enviados a dañar mi yo social desde hace algún tiempo. Hicieron daños que no tienen como reparar. Pero si no fuera por esas personas, a las que ya no llamo, ni llamaré, amigos, no tendría hoy esta libertad de la soledad en medio de la manada.
ResponderBorrarCuando, por ratos, nos paseamos por los senderos de la negación del yo y pedimos ayuda al misterioso Señor de lo alto, no es que deseemos ser destruidos socialmente. Pero con esa imprescindible ayuda, los demonios enviados, hacen la tarea que uno nunca haría. Bendita sea la calumnia que libera al individuo de la opinión ajena.