Es duro ver a los que amas perdidos entre tantas enseñanzas, y nada poder hacer. También es duro saber que tus antepasados se fueron de este mundo extraviados. El que no te aprecien, el que crean que estás equivocado, es nada, comparado con lo duro que es ver a los que amas errando, deambulando entre frases y conceptos que no son y sus vidas a la nada. Aunque les digas no te oyen, como si fueras un fantasma, si traes la última verdad, no te ven, no te oyen. es duro ver a la humanidad como ovejas sin pastor, prisioneros de ideas y conceptos y no poder liberarlos.
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